Según denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el consumo del que presumen los automóviles en sus fichas no se parece mucho al consumo real: de hecho, en algunos casos es hasta un 51% superior al anunciado.
La OCU ha realizado un estudio al respecto y tras el análisis de más de 500 coches ha concluido que, en general, todas las marcas exageran el bajo consumo de sus distintos modelos.
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El origen de la discrepancia estaría en las pruebas de medición del consumo de carburantes que realizan las marcas. Según la OCU estas pruebas, que se denominan NEDC y que se vienen utilizando desde 1997, simulan la conducción en unas condiciones óptimas… y poco realistas. Es decir, que no se parecen mucho a la conducción real, del día a día en la calle, y que por tanto arrojan unos datos de consumo que poco tienen que ver con el consumo real de un vehículo en manos de un automovilista.
De esta forma el estudio realizado por la OCU muestra importantes diferencias. Sin ir más lejos, mientras la media anunciada por los fabricantes es de 5,1 kilómetros a los 100, en el estudio de la OCU la media resultante se eleva a 7,7 kilómetros a los 100.
En definitiva, esta diferencia respecto al consumo real implicaría un gasto extra de unos 338 euros por cada diez mil kilómetros.
Por el momento esto está amparado por la ley, así que una de las demandas de la OCU es que se modifique la legislación de manera que las pruebas que hagan los fabricantes para probar el consumo se acerquen más a las condiciones de consumo de la vía real.
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